ELOGIO LIRICO DEL VIENTO
¡ Rendid al magnate: arboleda !
¡Doblad los penachos que el sol dora y seda,
las verdes cimeras de lánguidas hojas;
que, rápido viene sobre el firmamento
entre nubes rojas,
el rey de las cumbres: el Viento !
¡Doblad esas testas,
oh robles altivos, oh palmas copudas y flacas!
¡que viene pasando por sobre las cimas enhiestas,
el Viento en su carro llevado por doce jacas !
Los príncipes blancos, - soldados del viejo monarca –
el Euro y Bóreo y Céfiro y Noto,
van con el jerarca
-señor del espacio- que en lides sañudas ha roto
corazas de nubes y muros de grises neblinas,
y vence a las olas y mata a las águilas bravas,
y trueca las naves en locas y esclavas
que impele y sacude y convierte en ruinas….
¡Ya pasa la triple cuadriga por sobre las cumbres
y sobre las peñas deformes y mondas;
y pasa arrastrando las nubes teñidas en mágicas
lumbres
y pasa rompiendo penachos de frondas !
¡Ya llega a la playa!... Franquea las brumas;
fustiga el Rey Viento los raudos corceles de Aquiles,
y entonces las olas se enarcan cubiertas de espumas
y el ponto prorrumpe en gemidos potentes y hostiles..!
¡Tifón prepondera !
¡ Arpía y Quimera
destrozan el seno del mar iracundo;
Y tal su rugido cósmico retumba,
que allá en lontananza diríase que el mundo
se agrieta y derrumba !
Medea
Pronuncia su ardiente conjuro que es ira y es ruego;
y el Rey Viento enfrena sus briosos caballos, y luego
despeja de nieblas y rayos la mar, que aún se arquea!
II
Los hijos de Eos, - cascada gentil de alabastros,-
y Astreos, -el cielo que irrumpe en estrellas,-
así como incuban borrasca y centellas
y dejan la sombra y la muerte, por rastros;
¡a veces también en su aliento un aroma,
y vibran con voz de paloma,
y tremen con leves temblores de astros !
¡Ya el rey del espacio no toca clarines de guerra !
Su carro va en tierra,
triunfante, sereno;
y al ir, a su paso, rozando el trigal ambarino,
su voz que tenía clamores de trueno
es hoy voz de trino ¡
¡Favonio se aquieta !
Su soplo, que es soplo vital y fecundo,
refresca a la rosa. (Eleonor o Julieta),
arruga las ondas del lago profundo,
revienta el capullo de intacta violeta,
o trueca las frondas en lira;
¡y canta una estrofa de amor en la quieta
taciturnidad de la tarde que expira !
Y en esa doliente piedad de la tarde
que ampara y bendice al peón lugareño,
el Viento hace alarde
de que también sabe de vida y de ensueño;
y suena, por eso, con dulces sonidos;
y tiene murmullos que aduermen y encantan
¡y a su influjo surge en los campos un coro en que
cantan
las brisas, las frondas, las fuentes los nidos!....
LEON SANCHEZ AREVALO
“CORRIDO DE PUEBLA”
(fragmento)
Yo tengo en un azulejo
de talavera poblana
el retrato de mi madre,
de mi novia y de mi hermana.
De azul y blanco vestido
azulejo de pañuelo,
lo blanco mis ilusiones
y lo azul, Puebla, tu cielo.
Puebla la de Covarrubias,
de Palafox y Mendoza;
la de Díaz y Negrete,
la de Ignacio Zaragoza.
Puebla la de los camotes
y almendrado mazapán,
que amasara con sus manos
Catarina de San Juan.
Puebla la de los conventos
y enladrilladas casonas.
¡ Ay, Puebla de las leyendas
los duelos y las tizonas !....
Los ángeles de tu escudo,
por decreto celestial
son las palomas que cuidan
las torres de Catedral.
Templo de Santo Domingo
con la Virgen del Rosario,
un madrigal de Sevilla
lo tienes de escapulario.
Porque en tu calle pregonan
de dos espadas los filos.
“ Ojos que miráis serenos
ojos que miráis tranquilos….”
Quinientos cincuenta y cuatro
y un año de gracia de mil,
cayó Gutierre Cetina
vestido de oro y marfil.
Llora campana de bronce,
llora, campana “María”,
que en tu tañido se escucha
la voz de Motolinía.
Puebla, tu casa y tu patio
de azucarillo y pregón,
ya elogiaron con sus plumas
de Gante y Sánchez Pontón.
También mis versos te cantan
Puebla de mis versos dormida….
porque sus ojos los tengo
vueltos puñal en mi herida.
Calleja que yo conozco
como a la brisa la flor,
mis lágrimas son tus piedras
y tu sombra mi dolor.
JOSE RECCECK SAADE
PROVINCIAS
Ha muerto Manuel Rodríguez
Califa de amarga pena…!
Tinieblas del pensamiento,
de barro negro, tinieblas….
Que sus cenizas al aire
se lleve un noche quieta,
en su mantilla de sombras
bordada con las estrellas,
y el recuerdo de mi raza
derrame sobre la tierra.
Su dolor y sufrimiento
y su pena que es flamenca,
que un corazón es España
y la Virgen Macarena,
está que llora llorando
y están llorando con ella,
el Cristo de los Faroles
y la virgen del rocío.
La de la Luz; la Amargura
El Santo Jesús Caído.
Virgen del Mayor Dolor.
El Cachorro Morenito,
y el Señor del Gran Poder
arrastrando nuestras penas…!
Y se están quejando, Cádiz;
Córdoba, Sevilla, Huelva,
Málaga, Jaén, Granada,
Almería y el Magreb…!
El Alcázar; La Giralda,
y con el Generalife,
la Mezquita y la Alhambra…!
JOSE RECCECK SAADE
MI CORAZON TIENE MIL AÑOS
Mi corazón tiene mil años
de ir por el mundo y esperar,
y bajo el frío tormentoso
de la neblina vesperal,
mi corazón vivió mil años
en angustiosa soledad.
¿A quién decir la pena inmensa,
bajo el crepúsculo sutil ?
¡ Mi corazón guardó su cuita
en sus entrañas de marfil !
¿A quién contar el sueño casto
que floreció en la obscuridad ?
¡ Mi corazón vivió su ensueño
bajo la fría inmensidad !
¿ A quién pedir en la hora amarga
mieles que endulcen el pesar ?
-- Mi corazón hace mil años
no cesa nunca de sangrar !
¿ A quién pedir por la mañana,
el dulce beso matinal ?
-- Asoma el sol tras de las frondas
su luz se prende en el erial !
-- ¿ Quien me dará bajo la noche,
dónde el silencio reposar ?
-- Mi corazón vagó mil años,
y no se cansa de esperar !
-- ¿ Quién me dará su confidencia
bajo el conjuro del hogar ?
¡ El frágil vaso que no alcanza,
tanta ternura que guardar!
¿Qué pena oculta en la penumbra,
me buscará para llorar ?
Guardo el reguero de mis lágrimas,
algún dolor han de lavar !
¿ Qué triste boca, entre su duelo,
mi nombre habrá de pronunciar ?
-- Sobre la estepa desolada,
sólo en silencio ha de pesar !
¿ Y, cuando llegue la hora pía
en que a la Patria hay que tornar
y en la brumosa lejanía
salga la pálida a esperar ?
-- Antes que el dedo descarnado
rompa en encanto de cristal,
otro dolor traerá su espina,
para juntarla en el erial !
¡ Mi corazón vivió mil años
y apacentó su soledad,
mi corazón tejió su ensueño,
y no se cansa de esperar !
ELOGIO DE LOS PATIOS DE PUEBLA
I
Patio de puebla, singular y bello
historia compendiada del pasado,
mezcla de talavera y de ladrillo
de argamasa, de piedra, de tezontle.
Patio poblano secular, hermoso,
flor del ayer, imagen detenida
en la fuente de suyo silenciosa
que se quedó callada para siempre.
Tu faz se viste con los azulejos
forjados por las manos de tus hijos,
anónimos artistas que dejaron
su herencia de purísima hermosura.
2
Patios de Puebla, foros de la vida,
tribuna de las voces democráticas,
rincón donde el amor hace su nido,
balcón del sol, espejo de la luna,
ágora viva de la Libertad;
patios sonoros plenos de palomas
donde gritan su amor las bugambilias
y cantas los canarios su canción.
Hermosos patios de la vieja Puebla
donde nacen y mueren los romances
de los efímeros adolescentes;
donde la vida gira con sus sueños
en un violento carrusel de imágenes.
Yo saludo tus lozas desgastadas,
tus muros carcomidos por el tiempo,
tus columnas simétricas, tus arcos
de clásica belleza castellana.
Saludo en ti, la límpida hermosura,
la colonial riqueza arquitectónica
que nos legaron genios españoles
a través de las manos del indígena
picapedrero del tezontle, sabio
en el manejo de los elementos
que conforman la Ciudad Heroica,
las maderas, la forja, la argamasa.
3
Oh Casa de Alfeñique, prodigiosa,
hechura de los ángeles terrenos,
un sueño que volvióse realidad,
paisaje del edén resucitado.
Casa donde el amor se hizo poema
construido con manos de pureza,
“pasta de almendras” con sabor a siglos
donde la inspiración volcó sus gemas.
Tu patio lo forjaron los arcángeles
alados genios de celestes galas;
tu patio tiene la armonía del alma
antes de introducirse al paraíso.
Celebro aquí los patios de la UAP
que vieron transcurrir generaciones,
el de la Casa de Velasco, regio,
el del Palacio de Justicia, sobrio
y muchos patios más, bellos, señeros,
imagen pura de la Nueva España,
estampas de la Puebla detenida
en el marco glorioso de los siglos.
Y qué decir del patio de azulejos
donde toma el color su forma pura
donde fulgen del sol sus resplandores,
el amarillo predomina siempre,
casa con el azul, oh Santa Mónica,
convento del ayer, en cuyo patio
el sol pintó con sus manos encendidas
las ventanas, los arcos, las paredes.
4
Yo canto el patio popular de Puebla,
sus macetas sembradas de jacintos,
de geranios y vivos cempasúchiles,
sus tendederos con su ropa pobre.
Patio donde la luz hace su fiesta
en las mañanas de primavera,
donde la fuente secular se escucha
con su voz de recuerdos, de puntitas…
Donde la gente rumia sus dolores,
templa su corazón al infortunio,
ensaya la canción para la lucha,
hace del patio su tribuna pública.
Patio de los amores y sollozos
que se cubre con flores en las nupcias
y de negros crespones en la muerte;
que sirve para el juego de los niños:
la rayuela, la reata, las canicas;
que se vuelve plural y necesario
para la vida coloquial de todos,
que levanta su jarro de hermosura
su licor de esperanzas y de augurios
en la fiesta rumbosa de quinceaños
y se llena de júbilo, de música,
en los jolgorios del amor y el canto.
Patio de las posadas hogareñas,
espejo de las fiestas decembrinas,
de las piñatas y los aguinaldos,
de la vida que canta jubilosa.
ERNESTO MORENO MACHUCA
TU
Tus ojos son ventanas abiertas a la vida
¡ a la esperanza !
y tu risa es el principio de ese deseo intenso
de vivir.
Tu cabello es lluvia de obsidianas
en una tarde placentera.
Tu boca es biznaga tierna
que me invita a morder de su placer.
Tu espalda es paloma dormida de fino plumaje
y si despierta… vuela y corre entre mis manos.
Tus piernas el puente que mis pies recorren
y que distinguen mi destino.
Tus manos el rosario que bendice
mi nombre y acaricia mi nostalgia.
Tu pecho está
perfectamente estructurado y en él descansa mi
pensamiento,
allí se encuentra el árbol del alimento y de la savia.
Tus hombros son calor que conduce a mis manos cansadas o aferradas.
Tu cuello algodón que me adormece y obliga
a olvidar el desengaño y la palabra falsa….
tu sexo es el camino exacto que se encaja aquí en mi
gruta
hasta encontrar el rayo de luz que nos conduce
a un nuevo camino, a una nueva vida.
Tus pies los que suben
hasta el monte de un olvido no deseado, Y que…
a mi me espanta.
CELIA PARRA
TARDE GRIS
Tarde gris, se unge el paisaje
en el óleo de la pena.
La vida se va durmiendo
en brazos de la tristeza.
La luz paulatinamente
se pierde en la comba negra,
y los trinos se esfuminan
en las enramadas quietas.
El silencio se aposenta
en medio de las tinieblas
y es espacio se resuelve
en un enjambre de estrellas.
NARCISO MADRID GALICIA
MADRIGAL DE LA AUSENCIA
Mi corazón, enfermo de tu ausencia,
pena en la gravedad de tu abandono.
Y no hay en mi alma, para tu alma encono,
porque también tu sufres con paciencia.
Involuntariamente la inclemencia
se hace dolor en la canción que entono,
y en mi ser puñalada con que abono
mi tributo, al martirio de tu ausencia.
¡ Ah, qué lejos te encuentras, y, qué lento
se va pasando mi existir sombrío….!
Sueño, y es flor de luz mi pensamiento,
canto, y es mi canción callado río
de un apesadumbrado sufrimiento
que llena de dolor, el pecho mío.
NARCISO MADRID GALICIA
PUEBLA MIA
Eres la tierna imagen del olor de la tierra
dulce sombra tendida sobre el tiempo profundo
una ansiedad ardiente dentro de la pupilas
que absorben tus contornos de ocotales sin rumbo:
una brisa tranquila que camina, volcando
sobre mi piel callada el oro de sus siglos,
cuando de mi palabra más honda se desprende
la virginal aurora que persiste en tu encanto.
! Ay ¡ yo soy el que te ama con ensueño y saudade
y en este instante apenas acudo a tu sonrisa
donde olvidé la angustia de mis pasos mortales
y llegué con mi sangre hasta tu insomne vida,
mientras la fronda obscura, tenaz y enamorada,
aconseja a mis horas que, en procesión, se escapan
repitiendo en los mustios cabellos de tus bosques
mi inacabable endecha de amor y nostalgia.
¡ Tu, mi Puebla, la eterna ! reclinada en mis sueños
en que, guardada, alienta mi sencilla arrogancia;
mi destino se siente mirado por tus ojos
donde aflora el amor que mi amor añoraba
y acaricia las alas del viento que te envuelve
desde el umbral insólito de los siglos remotos,
hasta el suave Atoyac de rural inocencia
que va llevando, eterno, linfas de besos-lagrimas.
Eres la luz sin sombra de algún párvulo ensueño,
eres mi voz sin eco, trágicamente diáfana
entre la vieja espera de tus campos que sufren
y esa voz deshojada que se rompe y te duele,
como tu larga historia que se ha vuelto murmullo
y se esconde en los riscos o en las verdes montañas
aprendiendo en silencio, a quedarse dormida
entre el suave diptongo que inaugura tu nombre.
¡ Ay ! yo soy el que invoca tu presencia vibrante
y tu amor tan cercano, hecho de espera y cantos
que en el maizal germinan más acá del anhelo
que nace de tu tierra rubricando el instante
y corre por tus valles, prolongando la infancia
olvidada en los pétalos tenues del chicalote
o en el nopal estático… o en la hierba cencida
que cubre la orogénica esbeltez de tu cuerpo.
Hoy mi espíritu indígena va brotando en silencio
como una hiedra adherida a tu risa,
suena triste, llamándote, con mi voz que no es mía
y es una voz sin luces… y es una luz sin eco…
como un tenue arroyuelo que se pierde a distancia
o que vive en los sueños de alada transparencia
abrigando mis años desnudos, con tu imagen
que insistente palpita en mi obscura pupila.
¡ Oh mi estado de Puebla ! ¡ silueta de chinaca !
vas, desde Huauchinango penetrando mi vida
que se inicia en tu imagen pletórica de dones
Chignahuapan, que fluye… Zacapoaxtla que vibra
Zacatlán que comprime la gloria de sus manzanas,
la miel de las panelas en Acatlán desborda,
en Atlixco floreces, en Tecali palpitas
y en Tehuacán maduras el fuego en tus granadas.
¡ Puebla, ciudad… estado ! cual ave hecha de cielo
la majestad indómita de mi raza mexica
hoy exhala en el aire brillante su salmodia
y esta cálida esencia de mi amor que delira
¡ oh princesa ! ¡ oh arpegio de mi voz sin senderos !
hoy llego con las manos vacías hasta tu aurora
a ofrecerte el destello infinito del día
y el trébol de cuatro hojas que habita entre mi verso.
¡Contemplarte y llevarte siempre en la sangre indómita
fluyendo por mis ojos… por mi boca y mi espíritu !
Tu transparente aliento de blanco yoloxochitl
va cayendo en silencio desde el follaje antiguo
y las cigarras de oro que cantan tu tibieza,
y el resplandor entero de tu día sin extremo
son las frágiles alas que hacia tu ser extiendo
mientras el sol te enjoya y en tu ser se recrea.
¡ Ven hasta mi, dichosa ! con tu ternura irrumpe
en esta brisa párvula que besa tus distancias.
¡ Ven a mí, que mis brazos son rosa de los vientos !
¡ que mi ser es pupila que contempló tu luz !
Dame el alba que guardas perlada de suspiros…
¡ Tu, mi Puebla, mi anhelo ! llega hasta mi sonriente
toda eterna en mis ansias, vibrando entre mis sueños..
ornada por los ángeles… ungida por mis amores.
AMAPOLA FENOCHIO FURLONG
BOSQUEJO DEL BARRIO DEL ARTISTA
Artista, barrio de artistas,
la melodía de tu estampa
es óleo y es acuarela
hecho con risas y lágrimas.
Cáliz de paz es tu fuente,
verso de piedra labrada.
En la ronda de tu patio,
juegan mis horas de infancia.
Contraesquina del recuerdo,
el ruiseñor siempre canta.
“ Principal ” del buen decir,
dí que no ha muerto Sor Juana.
Ventanita conventual
con sabor a serenata,
repicaron tus faroles
y encendieron las campanas.
Angeles de Tonanzintla,
niños volando sin alas,
dan a mis pasos hambrientos
una sonrisa descalza.
Guarda bien tus tradiciones
juventud de oro y plata,
si se rompen tus pilares,
se morirá Doña Blanca.
En el torno de los siglos,
tu plazuela es nido y arca
que atesora los cordeles
de mil ángeles de guarda.
Eres ciudad en mi pecho,
incrustación – porcelana,
creces cual rosa de los vientos
en las praderas del alma.
MARIA SANCHEZ ROBLEDO
RETABLOS DE PROVINCIA
I
Panorámica
Poética provincia matizada
con el color de todos los pinceles,
que ofreces al poeta tus laureles
como tu tibio sol en la alborada.
Gira la mariposa profunda
en los rosales dueños de tus mieles.
El corazón se pinta de claveles
y alza su gloria en mar con la parvada.
La gaviota en el vuelo sin motivos
esconderá su amor en el oleaje
y copiará en sus ojos inactivos
el último matiz de tu paisaje.
¡ Como apresar tus cielos fugitivos
y hacer bajo tu sol, mi último viaje !
II
Tus jardines
Esmeraldas al cielo se perfilan
desgranando el rosario de los trinos;
a ti van todos los caminos
que en la cruz de los rumbos se deshilan.
Refugio de muchachas que desfilan
heridas por inquietos desatinos
y al llegar los rubores vespertinos
sus tristezas los céfiros mutilan.
Cómplices de fugas escolares,
de amores primerizos, por discretos,
del idilio que viene a que lo ampares…
Deja que el tronco guarde sus secretos,
y el párvulo que viene a tus lugares
…que abisme sus ojazos indiscretos.
III
La Iglesia
Has colgado tus torres en el cielo
ámbito de palomas mensajeras,
que de otras torres – flor de las canteras –
al toque de oración levanta el vuelo.
Encuentra aquí la doncellez consuelo
que sufre decepciones pasajeras.
Tus naves son las fieles consejeras
del alma cuando es párvulo el anhelo.
Ensartas en la noche decembrina
las cuentas de la niña rezandera
que tiene brevedad de golondrina…
Tu cancel, en la misa tempranera
atestigua el encuentro que adivina:
el amor que se da por vez primera.
BIBLIOGRAFIA MINIMA
PRESAGIOS CABRERA RAFAEL
1959
PSIQUIS C. MORENO DELFINO
Bohemia Poblana 1940
ODAS LIBRES C. MORENO DELFINO
Edit. Bohemia Poblana
FABULAS POLITICAS CORDERO JOSE MARIA
Puebla, 1944
ANTOLOGIA POETICA DE GANTE GREGORIO
Edición Particular 1967
DOCE POEMAS DE LA MAZA FRANCISCO
Edit. Gobierno del Estado
de Puebla
Aromas de Leyenda ESCOBEDO FEDERICO
Ediciones Revista
La Muerte de los Angeles ESPARZA ANTONIO
Ediciones Provincia 1943
Joyel FIDEL IBARRA SALVADOR
Edit. Jocama 1936
Rostros Sombras y Paisajes FRIAS OLVERA MANUEL
Edit. Bohemia Poblana 1968
El Movimiento Estridentista LIST ARZUBIDE GERMAN
Lecturas Mexicanas 1987
Anecdotario Estudiantil ROMANO MORENO ARMANDO
2 Volúmenes Universidad Autónoma de Puebla
1985
Sobre el Camino SIMON PELEGRI ALFONSO
Puebla, 1960
Si Yo te amara, amor… VERDUZCO JERONIMO
Puebla, 1967
Revista de la Universidad Autónoma de Puebla
Número 3 Noviembre de 1943
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