RELIGION DE PAJAROS
Es religión de pájaros recoger en un trino
lo que, alegre o llorosa, vocea la campana:
el adiós o el arribo; la noche o la mañana;
la caricia del pétalo; la saña del espino.
Musicar los instantes es aedo destino.
En el arpa de aire tañer en filigrana
del lirio, la pureza; de la rosa, la grana;
lo que enseña la vida de humano y de divino.
Es religión de pájaros, religión de poeta:
Cada abismo lo atrae; cada cumbre lo reta.
Cual fuente que incendiada de oro de los
( soles.
o en lunas platinadas, murmura conmovida,
sus ecos, sin descanso, con los caracoles,
han de cantar, iguales, el júbilo y la herida.
FLORA OTERO
CUANDO TE SUPE
Cuando te supe amor, eras pasado
en la arena cambiante sin la huella.
Los siglos – luz del viaje de una estrella.
El eco de tu nombre asilenciado.
Cuando te supe mío, el esperado,
eras oscuridad tras la centella.
Canción te percibí cuando querella
eras en viento nómada llevado.
Muy junto a mí teniéndote las horas
perdí atisbando, ciega, las auroras.
Ebrias quemé mis noches sin locuras.
Así humo fueron juventud y prisa;
mi torcer el camino, andar a oscuras,
y mis jacintos en el agua, brisa.
FLORA OTERO
TAN LEJANOS, ¡QUE CERCA!
Tan lejanos, ¡qué cerca! Tan cerca ¡qué lejanos!
Ayer, un solo impulso de ascender nos erguía.
Ahora, ¿aquella flama, en que glaciar se enfría?
¿Qué íntima repulsa desune nuestras manos?
¿Qué convirtió capullos en prisión de gusanos?
¿Ese sol, en que guiño se eclipsó de que día?
¿Ese sorber de néctar, qué amargarlo podría,
trocando el embeleso por tan hondos desganos?
De aquel encantamiento, ¿cuándo murió el hechizo?
¿Con el callar de quién se ha fraguado el silencio?
Un ensueño velamos que el tiempo ya deshizo
y, por alguna extraña razón que no evidencio.
Nos ata y nos desata no sé qué argucia terca….
Tan cerca, ¡que lejanos! Tan lejanos ¡que cerca!
FLORA OTERO
SONETO
Maestro; hoy no me pidas que atienda tus lecciones,
ni resuelva problemas ni tome apuntamientos.
¡ hoy traigo el alma trémula y van mis ilusiones
muy lejos de tus frases y tus pensamientos !
Antes de entrar a clase, como visión de ensueño
la ví pasar, maestro, camino del santuario;
la mantilla de blonda sobre el rostro risueño
y en las pálidas manos el libro y el rosario….
Mas no fue maestro encuentro como el de otros días,
sus ansias inexpertas se unieron con las mías:
se iluminó su rostro con el vivo rubor;
sus ojos me miraron con divina clemencia
No me pidas por tanto, que hoy entienda tu ciencia,
Maestro tengo el alma saturada de amor.
LUIS SANCHEZ PONTON
6
NO ME MIREIS CON IRA….
No me miréis con ira, sobre el hombro,
que así miran de lo alto las estrellas….
En vuestro limpio asombro,
dejadme solo de la luz las huellas,
y miradme, miradme sobre el hombro,
como miran, eternas, las estrellas….
7
PORQUE NO PAREZCÁIS MENOS HERMOSOS….
Ojos que sois dos claros silogismos
para velar el sol de vuestra ira
mi canto imantaré de gongorismos,
y la unción de mis ojos prisioneros
os dirá como el cisne cuando expira:
Ojos claros, serenos, dos luceros
prendidos de mi sombra en los abismos….
JUVENTINO SANCHEZ DE LA VEGA
INQUIETUD
Volverás?.... El perfume de la rosa
con tu nombre se nutre y la respuesta
de todo ensueño en la verdad reposa
y toda angustia a claridad se presta.
Cautiva, en llanto, la ilusión te aguarda
e inútilmente sin cesar te implora;
¡ay! le dice a la vida, cuánto tarda
con la luz de su huella redentora….
En mi terrena y desolada frente
tu imagen es dulzura transparente
donde mi pensamiento está llorando;
mira que lo torturas noche y día
con tu constante acecho de agonía,
y sin ser corazón, está sangrando.
OVIDIO MORENO
ESPERANZA
Si alguna vez corazón cayera
en diamantino arroyo transparente,
cómo del agua, paralelamente,
dulce amor de eternidad vivera.
Maniatado a la vida pasajera
el fondo de su ser, constantemente
mana púrpura inútil y demente
sin acercarse a espiritual ladera….
Mas morirá el capullo ensangrentado
y al agua pura lo guiaré callado,
para que guste luz de maravilla.
Y entonces, primavera misteriosa,
vivirá sin la carne lastimosa
de su fecunda y mundanal semilla.
OVIDIO MORENO.
TU CORAZON INVALIDO
Tu corazón inválido me llama
desde la eternidad de sus fronteras,
y en un vuelo de alondras prisioneras
mi corazón responde que te ama.
Mi voz, semilla de canciones, clama
perseguida de imágenes ligeras:
¡ déjame derramar las primaveras
de mi sangre de música y de llama !
Quiero llegar a ti con la premura
del náufrago dolor, sin la tortura
desesperada de sentirme vivo.
( En la tarde narcótico de aromas,
mis palabras son fuga de palomas
deshojando el adiós definitivo.)
ANTONIO ESPARZA
FLOR QUE LLORA
Todo es en la naturaleza simbolismo:
Hay en Puebla en la sierra encantadora
una que el indio llama: “flor que llora”,
flor que llora colgada en el abismo.
Perfecta analogía
encuentro en ella con la patria mía
y el hado adverso me parece el mismo:
México es una flor encantadora;
flor que llora colgada en el abismo.
FEDERICO ESCOBEDO
MEA CULPA
Soy culpable de amar….
Por mis tinieblas
pasa Ofelia muy triste y pensativa….
Soy culpable de dar a su recuerdo
un abrigo en la estepa de mi vida;
de soñar en su frente,
de vivir de sus lánguidas pupilas
de adorar la amapola de sus labios
y el eco de su risa……
¡ Y es un crimen alzarme hasta los ojos !
y mis rosas por ella se marchitan
y sin ella en mi estepa desolada
es un crimen la vida….
Soy culpable de amar el ruido leve
de las hojas, creyendo que suspira;
de ver la tristeza del crepúsculo
su tristeza infinita,
y en los lirios, los lirios de sus manos
y en la luna, sus pálidas mejillas….
De perseguir, creyéndola su imagen
la niebla fugitiva;
de escuchar en la risa de las fuentes
el cristalino arrullo de su risa,
y de amar las violetas, porque fingen
sus ojeras divinas…..
Soy culpable de todos los ensueños
y mis rosas por ella se marchitan
y sin ella en mi estepa desolada,
es un crimen la vida….
RAFAEL CABRERA
EVOCACION
Aquel pueblo de jade, - laúd en mi vergel –
donde vertiste el fuego divino de tus años,
cuando en mi añoranza, es silencio de miel,
y es palabra que encierra tus acentos extraños…
En aquel pueblo de oro de calles solitarias,
donde tú y yo bebimos el Chipre del Deseo,
por nuestra ausencia el viento dirá más dulces arias,
más dulces que las notas del prodigioso Orfeo…
Aquel pueblo de jade, de rara sinfonía,
- retablo en nuestra vida de profunda poesía –
en la voz de mi ser lo llevo porque es mío….
¡ Y tú, por una senda, me dijiste un adiós
en aquel pueblo de oro… Y ahora, sólo a Dios,
deshojo las alondras de este soneto pío ! …
MARIANO ABDON MATAMOROS
PALABRA INCONSÚTIL
! Tus carnes ostentan color lujurioso
del bíblico fruto del árbol en flor;
y mágicas guardan cristal milagroso
de azahares aurinos de ensueño de amor ¡…
¡ Tus senos me enseñan la línea sonora
que vibra en el alma de luz de natura !
¡ Tus hombros joyantes: milagros de aurora !...
¡ Tus muslos divinos: fulgores de albura !...
Eres lujuria en la sangrienta manzana;
y la tenuidad en el azahar peregrino;
y en la pedrería de Isis: lumbre arcana….
Y en la síntesis de lo que viene y pasa,
eres Sangre de Eros, convertida en Vino,
y en Vino de Ensueño y en vino que Abrasa…
MARIANO ABDON MATAMOROS
3
Solo sé que te adoro y que no puedo
decírtelo, ni menos confesarlo:
en el silencio del deber me quedo
de un amor cuya esencia es ocultarlo.
Y si una brizna de tu amor no cedo
me obliga la razón así a olvidarlo.
Solo a mi triste corazón concedo
el placer solitario de gozarlo.
Sin ti no soy. Y todo soy contigo.
Vida y muerte me das aparejadas,
y si por ti todo mi bien consigo,
con él mis altas penas van atadas,
pues son…. y no debieran ser conmigo
que en nada se disuelven angustiadas.
FRANCISCO DE LA MAZA
PAPA
A la santa memoria de mi padre
el Sr. JOSE MARIA POSADA OLAYO
Artífice Creador
Tomaste entre mis manos mi arcilla, que era tuya,
y amalgamaste en ella
un himno y una estrella,
un cóndor y un jilguero
que desgrana sus duelos con notas de aleluya.
Artífice Agorero
Tomaste entre mis manos mi arcilla, que era tuya,
y me hiciste cual soy, audaz e inquieta:
misticismos de asceta
con ardores de soles en estío
y nota musical que siempre arrulla.
Modelador del pensamiento mío
Con gérmenes de aurora me forjaste
e hiciste de mí un verso
tan transparente y terso
como una inmensa lágrima de fuego
o la fontana azul que tu soñaste.
Y poniendo en tu voz temblor de ruego
y en tu mandato paternales mieles,
“levántate” ordenaste,
y con fe de creador adivinaste
que mi mano infantil era un arcano
del verso, la sonata y los pinceles.
Sembrador de Laureles
Hoy con tu nombre bendecido sellas
esta primera hoja
de mi libro de rimas.
Mi oculto florilegio se deshoja
y sobre tu sepulcro lo sublimas
para hacerte con él, manto de estrellas !
DOLORES POSADA
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